30 oct 2009

Despedidas?

Habia llegado el dia, en el segundo instante en el que llegué se sintió el vacio... Ya no estaban, no estaba Nicolás en la cabina telefonica esperando a sus amigos ni mi celador temporal en la puerta de la libreria. Saludé a todos como hacia siempre, corrí a abrazar a Timmy y caminamos al quiosco de la otra cuadra. No venía, no veia si mirada perdida, ni su mochila escandalosamente verde; tampoco estaba Aye ni su hermana. El vacio empezaba a sentirse.

Sabia que iba a doler, sabia que tenia que pasar, pero no podia pensar en eso, no todavia. A escondidas saqué Gancia de mi casa, era demasiado chica para comprar en un quiosco y de todos modos, no me hubieran vendido a las siete de la mañana. Pensaba que el alcohol podría ayudarme en algo... solo me hizo peor.

Volvimos con Timmy al colegio, mis ojos los buscaban, Joaquín no estaba, Lucas i Nicolás tampoco, solo el hermano de uno de ellos, pero él no era nada sin sus refuerzos. No habia nadie. Sus miradas faltaban, faltaban nuestras enfrentaciones épicas y silenciosas. No se habian ido y ya empezaba a extrañarlos.

Entré, no sentía nada, estaba vacia. Habia olvidado mi mochila y me habia llevado la de mi mejor amiga conmigo. Fui corriendo a devolversela. Cuando subí por las escaleras estaban ellas, las chicas de la promoción, vestidas con sus ropas menos elegantes, esas que usarian para tirarse a la fuente y yo ahi... con mi uniforme usado y rayado con tiza. Ellas se estaban llendo y yo ni siquiera habia logrado integrarme. El aire del tercer piso estaba denso. Entré corriendo y grité, como siempre, Timmy me miró y nadie más, reacción rara para el momento de izar la bandera, había roto el silencio sagrado del patritismo y a pesar de eso, no me dijeron nada.

Ellos no habian llegado, se notaba en todo el colegio, primera hora... primer recreo... sin ellos sentados al lado del arco vestido con enredaderas. No estaban. Estaba Lola ahi, conmigo, sintiendo lo mismo que yo. Pero con fundamentos. Sonó la campana, gritos, todos corriendo a la ventana, yo estaba petrificada, me dolia el estomago y la cabeza. Necesitaba salir corriendo. No tuve las fuerzas para verlos. Me sentia mal, lloré, lloré en el baño, lloré enjaulada detras de la reja que separaba el vacio de el lugar mas seguro del colegio. No podía, no sabia que sentía, los escuchaba cantar, los veía, los sentía... No entendia porque tenia ese ardor en el pecho y porque caian lagrimas por mis mejillas. Cantaron el himno del colegio, se tiraron a la fuente, estaban tan euforicos y a la vez tan melancólicos. Estaban hermosos, los 90 adolescentes que egresaban, que dejaba una parte de sus vidas, tal vez para empezar con otra, con nuevas experiencias y momentos que los haria seguir creciendo. Dejaban todo, pero a la vez nada. Sentía su ida como la mia. Tenia la necesidad de abrazarlos, solo a uno aunque no lo conociera. Pero hubiera sido vista como una psicopata, como en el cuento que habia leido el año pasado. Queria decirles a Lucas, Nicolás, Joaquin y a él que los extrañaria, pero ellos simplemente me odiaban. Me tomaban como su blanco de insultos y de bromas y yo hacia lo mismo, entonces... porque lloraba? Porque sentia la necesidad de tener sus sonrisas a centimetros de la mia? Porque no quería dejar que se fueran? Sería por él? Eso era demasiado improvable. Lo quería, odiaba que hiciera algunas cosas y amaba que hiciera otras, me gustaba. Pero no lloraba por él, no en serio.

Me habia acostumbrado a vivir con ellos, a "jugar", y creo que ellos se lo tomaron parecido. Se habían tornado parte de mi rutina y ahora se acababa todo. Estaba cansada de cambios, estaba cansada de que todo durara tan poco, me acorralaban las oleadas de inestabilidad. Ellos eran parte de lo que hacia todos los dias ¿Porque tenian que irse justo ahora?

Era patético verme llorar asi, no tenia escusas, y no encontraba las respuestas a las preguntas que me habia hecho, pero solo una me importaba realmente ¿Porque me dolía de esa forma? Por ahora solo queria por lo menos decirles adiós...