"Un desastre simplemente eso. Harta. Piel pegajosa y con sabor a cerveza. Él no vino, dijo que iba a venir ¿Porqué lo hizo? Yo lo esperé.
Ni siquiera me dijo feliz cumpleaños, tenía mi número. Ya no hablábamos pero yo igual lo saludé, eran dieciocho, son quince.
Doce rosas rosadas. Son solo espinas. Si pudiera tirarlas...
¿Porqué?"
Estaba todo escrito en lápiz, y ya casi ni se ve. Casi ni se siente.
CASI lo olvidé.-